Pensando, siempre pensando en las elecciones del pasado, sin darnos cuenta que estamos viviendo nuestro presente, vivimos arrepentidos de toda acción, lo que hicimos o dejamos de hacer, al fin y al cabo, da igual, todo se resume y queda como recuerdo.
Aquellos días en los que podía definir que el mundo sencillamente era el mejor, que el amor, era lo más mágico que había podido existir, de pronto es cómo, si todo el tiempo hubiera estado hechizada, y por cosas del destino el maleficio desapareciera, dando como resultado una tristeza indescriptible, ya que lo que se creía que era felicidad absoluta resulto siendo, el peor cuento de princesas, en el cual, la única recompensa, era la bestia más bestia, que quería burlarse del amor sincero y sin condiciones, que una mujer pueda brindar, que le entregaría su amor sin reservas, y sin problemas.
Aunque el dolor, y la nostalgia quedan, lo maravilloso, fue saber que por un momento estuve segura, que había conocido a un príncipe, el cual, daba la vida por mí.
Aquellos días en los que podía definir que el mundo sencillamente era el mejor, que el amor, era lo más mágico que había podido existir, de pronto es cómo, si todo el tiempo hubiera estado hechizada, y por cosas del destino el maleficio desapareciera, dando como resultado una tristeza indescriptible, ya que lo que se creía que era felicidad absoluta resulto siendo, el peor cuento de princesas, en el cual, la única recompensa, era la bestia más bestia, que quería burlarse del amor sincero y sin condiciones, que una mujer pueda brindar, que le entregaría su amor sin reservas, y sin problemas.
Aunque el dolor, y la nostalgia quedan, lo maravilloso, fue saber que por un momento estuve segura, que había conocido a un príncipe, el cual, daba la vida por mí.
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